En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Lector:
La Iglesia proclamó las virtudes de M. Victoria Valverde el día 13 de octubre de 2013.
Nosotros hoy nos vamos a fijar en una de ellas: su generosidad. Algunas de las personas que la han conocido dicen de ella: "A través de las cosas sencillas supo entregarse a Dios y, olvidada de sí misma, pensó en los demás y se dio a ellos". Pocos días antes de su muerte, dijo: “Mientras quede aquí una de mis hijas, aunque me cueste la vida, no las abandonaré”.
"En la misión apostólica sus preferencias fueron las de Cristo. Sus alumnas y las religiosas, sobre todo las jóvenes, fueron sus grandes amores por Amor de Aquel que le pedía dedicar a ellas todos sus desvelos".
"Su caridad y entrega queda patente en el deseo que expresa de trabajar sin descanso por su amada Congregación y en su actitud profunda y radical de estar dispuesta por ella a todo".
"No tuvo enemigos, dada la suavidad y delicadeza de su trato. Su vida fue sencilla pero fructífera en el amor y en la entrega. Hacía suyas las penas y sufrimientos de los demás, y siempre estaba dispuesta para ayudar y aportar lo mejor de sí".
(reflexión)
Pedimos al Señor, por todos nosotros para que la Vida de Madre Victoria nos plantee interrogantes en la nuestra. Le pedimos a ella nos enseñe a acercarnos cada día más a los valores del evangelio y hagamos vida en nuestras vidas las siguientes Bienaventuranzas que leemos juntos:
BIENAVENTURADOS los jóvenes que tienen un concepto claro de que los hombres no son cosas, y defienden la justicia, la libertad y la verdad; porque participan de la bondad de Dios.
BIENAVENTURADOS los jóvenes que creen en el amor; porque encontrarán razones para vivir.
BIENAVENTURADOS los jóvenes de corazón generoso, que viven gratuitamente para los demás, con disponibilidad y alegría; porque han elegido el MEJOR camino para ser felices.
FELICES los jóvenes que dan testimonio de hermandad en un mundo dividido y enfrentado; porque en ellos se hace presente Jesús, el HERMANO de todos.
DICHOSOS los jóvenes que luchan por un mundo mejor: porque ellos se sentirán más humanos.
DICHOSOS los jóvenes que luchan por la paz; porque en su entorno no habrá nunca violencia ni guerra.
DICHOSOS los jóvenes que luchan por la justicia; porque de ellos brotará la paz.
BIENAVENTURADOS los que lo dan todo, sin esperar nada a cambio; porque en ellos se manifiesta el rostro de Dios.
FELICES los jóvenes que lo arriesgan todo por amor a los demás; porque recibirán el ciento por uno.
FELICES SERÁN, SOBRE TODO... si saben reconocer al Señor en todos los que encuentran:
* ellos han encontrado la verdadera luz
* han encontrado la verdadera sabiduría
* han encontrado el AMOR
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén
Beata Madre Victoria, RUEGA POR NOSOTROS