Haz un momento de silencio. Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro. Dios está aquí, contigo.
En esta última semana de mayo celebramos a nuestra MADRE. Vemos el vídeo para sentir el
amor y la protección que nos ofrecen nuestras mamás; y también, nuestra mamá
del cielo, MARÍA DIVINA PASTORA. Ella nos ofrece protección en cada día de
nuestra vida.
Juntamos nuestras manos y rezamos:
Querida María,
hoy te pido por mi
madre.
Es muy buena conmigo.
Yo la quiero de verdad.
Enséñame a valorar
todo lo que mi mamá hace
por mí
y por mi familia.
Ayúdame a saber pedir
perdón
cuando la enfado.
Que no le falte la buena
salud y el cariño de todos nosotros.
Ayúdala a vivir siempre
cerca tuya,
a no olvidar que la
quieres muchísimo,
y que nunca la dejas
sola.
Gracias por darme
una mamá tan buena.
Nos Despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San Faustino , ruega por nosotros… Beata Victoria, ruega por nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Haz un momento de silencio. Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro. Dios está aquí, contigo.
San Faustino tuvo una relación muy especial con María. Tan especial que puso bajo su protección la nueva Orden que acababa de fundar: “Hijas de la Divina Pastora”. Él siempre supo que en María tenía una madre que nunca le iba a abandonar y confiaba plenamente en ella, incluso en los momentos más difíciles de su vida.
Juntamos nuestras manos y rezamos:
“Divina Pastora y Madre, Virgen María
Mientras busco la senda tu eres mi guía
En tu templo yo mi historia comencé
Que eres madre yo lo supe desde niño
Me enseñaste, mi pastora,
que la fe y la esperanza,
y el amor, nos dan la vida.”
Cantamos juntos:
Nos Despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San Faustino , ruega por nosotros… Beata Victoria, ruega por nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Haz un momento de silencio. Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro. Dios está aquí, contigo. Empezamos la oración con un video de cuando murió Jesús.
Querida María,
Tú eres la mamá de todos los que formamos la Iglesia. Gracias por no dejarnos nunca solos.
Juntamos nuestras manos y rezamos:
Cantamos juntos:
Nos Despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San Faustino , ruega por nosotros… Beata Victoria, ruega por nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Haz un momento de silencio. Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro. Dios está aquí, contigo.
María, míranos con la ternura y el amor con que mirabas a tu Hijo Jesús, pues nosotros también somos tus hijos. Enséñanos a ser niños con los que Dios puede contar, para todo lo que necesite; a ser amigos de Jesús, a quererle cada día un poco más, y a vivir haciendo felices a las personas que nos rodean.
Juntamos nuestras manos y rezamos:
Cantamos juntos:
Nos Despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San Faustino , ruega por nosotros… Beata Victoria, ruega por nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Haz un momento de silencio. Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro. Dios está aquí, contigo.
¡Buenos
días, María!
Al levantarnos, decimos “hola” a nuestra mamá, con un beso. También queremos aprender a saludarte, pero no sabemos bien cómo hacerlo. Hay unas palabras que son el mejor saludo. Un saludo que dice que fuiste muy obediente a Dios y así, su Hijo, Jesús, se hizo hombre como nosotros,
y pudo decirnos que Dios nos quiere mucho.
Un saludo que te llama “bendita”, porque tú has traído vida
y alegría para todos. Nosotros, lo recordamos y rezamos muchas veces. Ahora, desde el fondo de nuestro corazón, te lo decimos rezando:
Juntamos nuestras manos y rezamos:
Cantamos juntos:
Nos Despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San Faustino , ruega por nosotros… Beata Victoria, ruega por nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Haz un momento de silencio. Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro. Dios está aquí, contigo.
María es la Madre de Jesús, la Madre de Dios. Fue Madre dándole a luz en Belén. Fue Madre también cuidando de sus pasos de niño y educándole con cariño. Y es Madre nuestra.
Oramos:
Gracias María,
por tu corazón generoso.
Gracias María,
Por ser tan buena Madre.
Gracias María,
porque eres Madre nuestra
y de los más débiles, de los tristes,de los enfermos….
Juntamos nuestras manos y rezamos:
Cantamos juntos:
Nos Despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San Faustino , ruega por nosotros… Beata Victoria, ruega por nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Haz un momento de silencio. Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro. Dios está aquí, contigo. Es importante dar las gracias. Por eso hoy se las damos a María, nuestra mamá del cielo y desde lo más profundo de nuestro corazón.
• Por tu corazón bueno y disponible.
•Por tu corazón sencillo y humilde.
•Por tu corazón lleno de luz y de amor.
•Por tu corazón abierto al infinito.
Juntamos nuestras manos y rezamos:
Cantamos juntos:
Nos Despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San Faustino , ruega por nosotros… Beata Victoria, ruega por nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.